La Orden EDU/286/2016 de 12 de abril ha levantado auténticas ampollas en los centros al obligar a elegir los libros de texto, para los próximos cuatro años, antes del 10 de mayo.
Para la Federación de enseñanza de CCOO dos cuestiones son evidentes: primera, que es materialmente imposible hacer la elección con rigor en un plazo limitado a unos 15 días, teniendo en cuenta que los nuevos materiales para 2º y 4º de ESO están llegando esta semana y los de 2º de bachillerato no están aún. Muchas editoriales ni siquiera tienen finalizados los libros para que los responsables puedan decidir sobre su idoneidad y por ello están enviando a los centros de enseñanza primaria, secundaria y bachillerato versiones preliminares.
A esto hay que añadir que la orden implica a los Consejos Escolares en la elección, al obligarles a velar por que los libros elegidos “no contengan elementos sexistas o discriminatorios que no contribuyan a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y a la prevención de la violencia de género”. Si los departamentos no disponen de tiempo para leer las propuestas de las editoriales, el segundo filtro, el de los Consejos Escolares, menos.
Por otra parte, esta orden entra en contradicción con el programa RELEO cuya convocatoria aún no ha sido publicada, y que tiene como objetivo primordial que los alumnos puedan reutilizar libros de años anteriores.
La segunda es que no hay que ser muy avispados para deducir que lo que esta orden pretende es blindar la LOMCE antes de que se forme un nuevo gobierno. ¿Alguien se cree que las editoriales van a arriesgar decenas de miles de euros enviando libros a los centros si no tienen la seguridad de que la LOMCE no la van a tocar?