Las administraciones, quienes las dirigen, habían dicho hasta la saciedad que los ajustes, necesarios por otra parte ante la grave situación económica en la que están sumidas, iban a dejar de lado a la Educación y la Sanidad, pilares básicos de la sociedad.
Las administraciones, quienes las dirigen, habían dicho hasta la saciedad que los ajustes, necesarios por otra parte ante la grave situación económica en la que están sumidas, iban a dejar de lado a la Educación y la Sanidad, pilares básicos de la sociedad.
Pero la realidad, una vez más, es tozuda y viene a contradecir las palabras dadas por quienes dirigen las instituciones, en este caso autonómicas. Y la mejor demostración es el recorte que la Consejería de Educación está llevando a cabo en el servicio de comedor escolar de los colegios rurales.
Quitar un 36% de las plazas de comedor gratuitas, además de suponer un recorte de un bien ganado con el tiempo, viene a dañar a aquellos que más lo necesitan: los niños que se ven obligados a desplazarse lejos de su pueblos para poder estudiar. Ellos son los principales beneficiarios de ese servicio de comedor gratuito, entre otras cosas, porque no tiene posibilidad de irse a comer a casa, como si sucedería si el colegio, escuela o instituto estuviera donde viven.
Puede que sea necesario quitar el gratis total, pero cuando esto se hace al mismo tiempo que se reducen a la mitad las ayudas que se otorgan para poder sufragar este nuevo gasto, supone un doble agravio para aquellos que no tienen más remedio que comer en el colegio, porque su casa queda incluso a una hora de autobús.
En Educación deberían saber que, en muchos casoso, el comedor escolar de los colegios rurales no es un lujo, es una necesidad.
La tijera de los recortes también ha hecho un siete a los comedores escolares de la provincia de León. De nuevo los más afectados son los alumnos del mundo rural, que se ven obligados a desplazarse a otras localidades para asistir a clase, ya que en su lugar de residencia no se imparten los estudios que necesitan. En compensación, la Junta asume el coste total de la manutención, pero el problema es que de los 131 comedores de uso gratuito que existían el curso pasado, se ha pasado a 84 este año. «La Junta ha reducido en 47 el número de centros donde se atiende a alumnos con gratuidad de comedor y los jóvenes tienen que volverse a su casa sin disfrutar de este servicio», explica la procuradora leonesa del PSOE, Ángela Marqués.
De hecho, de las 68 unidades escolares que la Consejería de Educación ha cerrado este año en la provincia, 19 pertenecen a Secundaria, donde el número de alumnos desplazados que utilizan el servicio gratuito de comedor ha caído en un 64%. De los 131 jóvenes que comían en centros de otras localidades de forma gratuita se ha pasado a 47; lo que supone 84 escolares menos que en el curso anterior.
Para Marqués el cierre de comedores puede afectar de manera importante a la nutrición de los alumnos, ya que la crisis ha dejado a muchas familias de la Comunidad con «lo justo para alimentarse». «Hay muchachos que la única comida de calidad que hacían en todo el día era la del colegio», advierte la procuradora del PSOE, autora de la pregunta parlamentaria sobre comedores escolares en la provincia.
Además, el cierre de comedores también se puede traducir en una falta de sociabilización para los alumnos. «Los jóvenes trasladados se marchan en el autobús nada más terminar las clases, y si no tienen comedor es más difícil que acudan a actividades extraescolares», lamentó Marqués.
Becas de comedor
Mientras que el número de alumnos creció en la provincia por segundo año consecutivo —el curso actual comenzó con 457 nuevos escolares y un total de 63.396 alumnos—, el número de becas para comedor descendió en los dos últimos años en un 45%. De las 3.677 alumnos que recibían algún tipo de ayuda en el curso 2010/11 se ha pasado a 2.017 este año.
Los estudiantes de Secundaria son los más perjudicados este curso, ya que tan sólo 7 alumnos consiguieron hacerse con una beca que bonificase el coste del comedor. En Infantil la cifra sube hasta los 567 niños, y en Primaria hasta los 1.443.
Para las familias leonesas costear los estudios de sus hijos cada vez se hace más cuesta arriba, ya que a estas ayudas para para el pago de comedores —que caen un 45%— hay que sumar la reducción de 127 a 83 euros de media en becas para la compra de libros de texto.
Ver diario de león
8 enero 2012
