Cuando la huelga es inevitable. Cada vez que hemos intentado aproximarnos a la Consejería de Educación, procurando ordenar la negociación, acordar plazos para la misma, etc., hemos obtenido declaraciones sobre su buena voluntad negociadora que no se han visto respaldadas posteriormente. En la práctica, sólo hemos encontrado la misma intransigencia y tozudez de una Administración incapaz de alcanzar acuerdo alguno desde que cambiara el Gobierno hace ya más de tres años

Cuando la huelga es inevitable. Huelga 23, 29 y 30 marzo. Desde estas mismas páginas denunciábamos hace más de un año los esfuerzos que estaba haciendo nuestro sindicato para cambiar el ineficaz modelo negociador de entonces por otro que permitiera llegar a acuerdos globales que supusieran la mejora de las retribuciones y del resto de condiciones de trabajo, y por extensión, de vida de los trabajadores de la enseñanza.Cada vez que hemos intentado aproximarnos a la Consejería de Educación, procurando ordenar la negociación, acordar plazos para la misma, etc., hemos obtenido declaraciones sobre su buena voluntad negociadora que no se han visto respaldadas posteriormente. En la práctica, sólo hemos encontrado la misma intransigencia y tozudez de una Administración incapaz de alcanzar acuerdo alguno desde que cambiara el Gobierno hace ya más de tres años. Es más, no satisfechos con su inoperancia, han llegado a obviar los compromisos contraídos con los sindicatos, ralentizan todo lo que pueden la negociación y desprecian nuestros permanentes gestos para acordar. Como consecuencia, no hemos conseguido ningún avance. Desde el movimiento sindical unitario pretendemos alcanzar un acuerdo retributivo que contemple al menos los siguientes aspectos: incremento con cantidades lineales para todo el profesorado, cuantías equivalentes a las que se han negociado en la mayoría de las comunidades autónomas, efectos económicos desde el año 2005 y que la aplicación esté finalizada el mes de enero de 2008.Además nos preocupamos para que se regulen otras condiciones de trabajo que afectan gravemente al tiempo, modo y lugar donde este se realiza, y que pueden suponer la diferencia entre desarrollarlo felizmente o sentirse totalmente desprotegido. Interinos, itinerantes, una estabilidad de las plantillas que contemple la regularización del profesorado en expectativa, la reducción al máximo de las vacantes de doble perfil, reducción de las compartidas, etc. y que asegure una aplicación equilibrada de otras medidas, allá donde existan unidades concertadas. También proponemos la reducción de ratios en todos los niveles educativos y la negociación de todos aquellos elementos que deben integrar un Acuerdo Marco de Plantillas, etc.Cartel huelgaLa estrategia de la Consejería es desentenderse de los problemas que los trabajadores padecen en los centros y no reconocer, ni incentivar el alto grado de compromiso socioeducativo que el profesorado tiene. Así lo demuestran los informes sobre calidad en la preparación del alumnado de nuestra comunidad. Está claro que en este caso, el tiempo juega en contra de los intereses de los trabajadores, cada día que pasa será más difícil recuperar el dinero perdido en el 2005. La propia Consejería de Educación ha admitido que, en este momento, respecto a las retribuciones del Estado, el profesorado de nuestra comunidad se encuentra en penúltimo lugar. Sin embargo, las ofertas que han presentado son de todo punto inaceptables, por insuficientes. En la representación de esta pantomima la Consejería ha encontrado algún aliado afín a su estrategia entre los sindicatos. Lo venimos denunciado reiteradas veces y hemos de repetirlo ahora, si cabe con mayores evidencias. Haber situado el listón retributivo para el profesorado de la pública no universitaria en 150?, como ha hecho STE´s, cuando en la mayoría de las comunidades se están cerrando acuerdos que rondan o superan los 160 ? es un "error" que supone una sustracción del merecido salario de los docentes de Castilla y León como mínimo de 3.240.000 ? (540 millones de pesetas año). Ellos tendrán que explicar por qué no se sumaron a las concentraciones de delegados de mayo de 2005, por qué no participaron en la recogida de firmas que el profesorado hizo en apoyo de la plataforma de la que ellos mismos eran partícipes, por qué, atribuyéndose ser los más representativos, han colaborado en la ceremonia del retraso en las negociaciones mostrándose satisfechos con todas y cada una de las propuestas que ha ido haciendo la Administración. Ellos habrán de explicar al profesorado las motivaciones que justifiquen semejante comportamiento y por qué siendo los mayoritarios no han conseguido aglutinar un movimiento sindical unitario, quedándose al margen del mismo e intentando torpedearlo.Por todo ello, nos hemos visto obligados a convocar al profesorado a una huelga que tendrá lugar los días 23, 29 y 30 de marzo. Creemos que hasta las fechas de celebración de la citada huelga hay tiempo más que suficiente para que la Administración haga el esfuerzo, que no ha hecho hasta ahora, para alcanzar los acuerdos que el profesorado y la calidad del sistema le demandan.En definitiva, cuando el conflicto es tan patente que la huelga resulta inevitable, palabras como las del Consejero diciendo que los sindicatos pueden "hacer las huelgas que quieran" denotan una falta de compromiso total con el sistema educativo, que teóricamente él debería dirigir.Editorial publicado en elT.E. Castilla y León 271de marzo de 2006