CCOO considera que la Evaluación de Primaria se ha realizado de la misma manera que la implantación de la LOMCE: sin consenso, de manera improvisada, a contrarreloj y a expensas del profesorado.
La prueba de Evaluación de 3º de Primaria se ha desarrollado en Castilla y León de la misma manera en que se aprobó y se está implantando la LOMCE: sin consenso, improvisando y a contrarreloj, a la vez que con una presión añadida para el profesorado por tener que responsabilizarse ante las familias de su puesta en marcha.
Los exámenes no han llegado a tiempo a todos los colegios, en algún caso por razones no explicadas, en otros porque fueron recibidos en las cabeceras de los CRA y no llegaron a todos los centros dependientes. En otros, como Zamora, donde el lunes era festivo, el viernes debían estar en la Junta demasiado ocupados para mandarlo, y en 33 centros de la ciudad la prueba no llegó a tiempo, debiendo trasladarla al día 1, independientemente de las actividades previstas por los colegios para ese día.
Los cuadernillos, que tenían 15 folios de aclaraciones para la realización de la prueba, llegaron la tarde anterior a la de su realización, con muchos centros cerrados y el profesorado tuvo que leerlo de forma apresurada para iniciar la prueba.
Además en seis preguntas de los cuadernillos, con los que corrigen los profesores, las respuestas correctas estaban cambiadas de orden y los maestros se encontraban con que el solucionario daba como correctas respuestas absurdas.
Por otro lado, los cuestionarios contenían preguntas que los niños no habían estudiado, bien por no estar en el curriculum o por no haber todavía finalizado el curso escolar. En la prueba de matemáticas, por ejemplo, les piden restar minutos y segundos pero esta resta no está en los contenidos de 3º, y dichos escolares sólo deben conocer cómo se mide el tiempo, pero no operar con unidades de tiempo.
Hay que señalar, además, que en el mes de febrero se celebraron unas pruebas piloto que debían haber previsto posibles fallos en la realización de la misma
La improvisación ha llegado incluso a las respuestas que ha dado la Administración Educativa a la pregunta de si las pruebas eran obligatoria, pues mientras en unos casos se insistía en dicha obligatoriedad, en otros la Administración explicaba que, en el caso del alumnado que no realizase la prueba, la única consecuencia sería que este perdiera una oportunidad de ser evaluado.
Descargar CCOO Informa
La prueba de Evaluación de 3º de Primaria se ha desarrollado en Castilla y León de la misma manera en que se aprobó y se está implantando la LOMCE: sin consenso, improvisando y a contrarreloj, a la vez que con una presión añadida para el profesorado por tener que responsabilizarse ante las familias de su puesta en marcha.
Los exámenes no han llegado a tiempo a todos los colegios, en algún caso por razones no explicadas, en otros porque fueron recibidos en las cabeceras de los CRA y no llegaron a todos los centros dependientes. En otros, como Zamora, donde el lunes era festivo, el viernes debían estar en la Junta demasiado ocupados para mandarlo, y en 33 centros de la ciudad la prueba no llegó a tiempo, debiendo trasladarla al día 1, independientemente de las actividades previstas por los colegios para ese día.
Los cuadernillos, que tenían 15 folios de aclaraciones para la realización de la prueba, llegaron la tarde anterior a la de su realización, con muchos centros cerrados y el profesorado tuvo que leerlo de forma apresurada para iniciar la prueba.
Además en seis preguntas de los cuadernillos, con los que corrigen los profesores, las respuestas correctas estaban cambiadas de orden y los maestros se encontraban con que el solucionario daba como correctas respuestas absurdas.
Por otro lado, los cuestionarios contenían preguntas que los niños no habían estudiado, bien por no estar en el curriculum o por no haber todavía finalizado el curso escolar. En la prueba de matemáticas, por ejemplo, les piden restar minutos y segundos pero esta resta no está en los contenidos de 3º, y dichos escolares sólo deben conocer cómo se mide el tiempo, pero no operar con unidades de tiempo.
Hay que señalar, además, que en el mes de febrero se celebraron unas pruebas piloto que debían haber previsto posibles fallos en la realización de la misma
La improvisación ha llegado incluso a las respuestas que ha dado la Administración Educativa a la pregunta de si las pruebas eran obligatoria, pues mientras en unos casos se insistía en dicha obligatoriedad, en otros la Administración explicaba que, en el caso del alumnado que no realizase la prueba, la única consecuencia sería que este perdiera una oportunidad de ser evaluado.
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