Wert inaugura en Toledo un nuevo curso académico marcado por la caída de la inversión y el deterioro de la investigación, el incremento de las tasas, la disminución de becas y ayudas y el endurecimiento para acceder a estas.

Wert, ayer, en la apertura del curso de la División de Formación del Cuerpo Nacional de Policía
A lo largo del curso universitario que empieza oficialmente hoy, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, dará luz verde a tres textos legislativos que cambiarán radicalmente la educación superior en nuestro país. Lo hará por la puerta de atrás y a golpe de real decreto, tras descartar una reforma universitaria que, junto con la LOMCE, se convirtió en una de sus primeras obsesiones.
En realidad, la reforma encubierta de la universidad empezó en 2012, cuando el Gobierno alteró la estructura de precios públicos, provocando que las matrículas universitarias se dispararan, e incrementó la dedicación docente del profesorado. Durante este curso, las expectativas tampoco son buenas: el Ministerio modificará la duración de grados y másteres; transformará el sistema de acreditación del profesorado funcionario; y cambiará la normativa sobre creación y reconocimiento de universidades y centros, empeorando, con un reguero de decisiones regresivas, la ya maltrecha situación del sistema universitario español.
Al desmantelamiento de la universidad pública contribuye el desplome de la inversión y la destrucción de puestos de trabajo, más de 8.000 en tan solo dos años.
El curso que empieza estará marcado por:
Inversión: 1.500 millones menos entre 2010 y 2014.
Alumnado y becas y ayudas.
Personal Docente e Investigador (PDI) y Personal de Administración y Servicios (PAS).
Reformas.