La aplicación de la LOMCE provoca que, en la provincia de Ávila, haya 5 grupos de Religión en 1º de Bachillerato con 5 alumnos o menos. Para el resto de asignaturas la flexibilidad de la ratio depende únicamente de la magnanimidad de la Dirección Provincial de Educación.
La ORDEN EDU/363/2015, de 4 de mayo, por la que se establece el currículo y se regula la implantación, evaluación y desarrollo del bachillerato en la Comunidad de Castilla y León, señala que:
“La impartición de las materias troncales de opción, específicas y, en su caso, de libre configuración autonómica quedará vinculada a que exista un número mínimo de siete alumnos en el ámbito rural y diez en el ámbito urbano. No obstante y con carácter excepcional, el titular de la dirección provincial de educación correspondiente podrá autorizar, previo informe del área de inspección educativa y siempre que la organización académica del centro lo permita, el funcionamiento de grupos por debajo de esa ratio, especialmente en el ámbito rural y en las localidades que cuenten con un único instituto de educación secundaria.”
Por otro lado, los centros de Enseñanza Secundaria recibieron en septiembre, por indicación de la Dirección general de Política Educativa Escolar, un correo electrónico con una comunicación de principio de curso sobre la impartición de la materia Religión en el 1º curso de Bachillerato que aseguraba que, a la hora de impartir ésta, “debe prevalecer el derecho a recibir enseñanza de Religión, con independencia del número de alumnos que esto suponga”.
Como consecuencia de ello, en estos momentos hay 5 grupos de Religión en 1º de Bachillerato en la provincia de Ávila con 5 alumnos o menos, lo que supone un agravio comparativo para otras asignaturas. Además, se podría dar el caso de convertirse la asignatura de Religión en obligatoria pues, si ninguna de las demás asignaturas llega al número mínimo de alumnos exigidos, todos los alumnos se desviarían a Religión por ser la única que debe ofertarse de manera obligada.
El Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO considera este atentado contra la calidad de la educación una razón más para pedir la derogación de la LOMCE, una Ley que nos retrotrae a una escuela confesional, al resucitar el carácter evaluable de la asignatura de religión, eliminar Educación para la Ciudadanía y financiar con fondos públicos la separación del alumnado por sexos.