La Federación de Enseñanza de CCOO quiere salir al paso de las declaraciones del Consejero de Educación, Juan José Mateos, en las que califica de ejemplar el equilibrio entre la Escuela Pública y la concertada. La Federación de Enseñanza de CCOO pide, en primer lugar al Consejero que defina la palabra “equilibrio”, ya que el porcentaje de unidades concertadas es ahora un 15% superior al existente en el momento de producirse las trasferencias educativas
La Administración regional no ha tomado, además, medidas para reequilibrar, el reparto del alumnado con necesidades educativas especiales y del alumnado inmigrante, a pesar de las recomendaciones del Consejo Escolar de CyL y del Procurador del Común.
Ese mismo Consejo Escolar, ha recomendado a la Junta que no financie colegios privados cuando esa demanda de escolarización pudiese ser cubierta por centros públicos, convergiendo de esa manera con los países de la OCDE en el modelo de financiación de las diferentes enseñanzas.
Por otra parte, los recortes presupuestarios de los cuatro últimos años, bien que inferiores a los de otras CCAA, se han ha repartido de forma muy desigual entre la enseñanza pública y la privada sostenida con fondos públicos. La evolución al alza en la demanda de enseñanza pública, que se debería, en parte, a las dificultades de las familias para pagar en la concertada las aportaciones voluntarias, y las cuotas de actividades extraescolares, se habría intentado compensar por parte de la Administración regional, con dinero público, salvaguardando así intereses privados de tipo económico e ideológico
Son esos intereses privados, que intentan que la Enseñanza Pública tenga un papel subsidiario respecto a la privada, los que cristalizan en leyes como la LOMCE que supone volver a un modelo que fracasó en el pasado y que, además, poco se parece al de los países con un modelo productivo al que, hasta hace poco, decíamos querernos parecer, donde la mayor eficiencia social está basada en más cohesión y más gasto en educación y sanidad. Así sucede, por ejemplo, en Finlandia, modelo por sus resultados en el informe PISA, donde a pesar de la crisis y de las recomendaciones del FMI, apenas ha habido recortes del gasto público y donde, también, sólo el 4% de estudiantes van a la enseñanza privada y donde la escuela pública interclasista diluye las diferencias sociales, enriqueciéndose con la variedad.
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