Hay una desigualdad evidente entre la remuneración percibida por mujeres y hombres en su trabajo.
¿Por qué es importante esta fecha?
Porque debería ser un objetivo de toda la sociedad acabar con las brechas laborales y específicamente con la salarial de género. Para ello, es urgente actuar sobre los factores estructurales provenientes del patriarcado y del capitalismo que determinan y fomentan, desde la infancia, la desigualdad y la subordinación de las mujeres en el proceso de socialización y a lo largo de toda la educación.
La discriminación salarial es el resultado de la mayor explotación y desigualdad laboral que sufren las mujeres en su inserción y trayectoria en el mercado de trabajo que, a su vez, tiene su origen en la desigualdad social, cultural y educativa, y en la asignación de unos roles diferenciados por géneros. No hay que profundizar mucho para comprobar que, histórica y socialmente, las mujeres se han dedicado al ámbito de los cuidados.
¿Cuál es la respuesta de CCOO?
La lucha sindical (con la negociación de los acuerdos para el empleo y la negociación colectiva, la implantación de los planes de igualdad, el seguimiento y puesta en marcha de políticas de igualdad y la valoración de puestos de trabajo con perspectiva de género, por mencionar algunas formas de intervención) influye mucho en que la brecha se reduzca.
En España el salario medio anual del empleo principal se situaba en 27.642 euros entre los hombres y en 23.301 euros entre las mujeres en 2022. El salario medio de las mujeres tendría que aumentar un 18,6% para igualar el salario medio anual de los hombres.
Por supuesto, la enseñanza y los sectores socioeducativos no son ajenos a esta realidad. Tanto en la enseñanza pública como en la concertada, existe una mayor presencia de mujeres en Infantil y Primaria, la que se va reduciendo según se avanza hacia los niveles superiores: Secundaria, Formación Profesional y Universidad, y no solo en la labor docente, sino también en los cargos de responsabilidad, con las consabidas diferencias salariales que existen: a mayor nivel educativo, mejor es el salario percibido.
No resulta sorprendente que los sectores socioeducativos vinculados a la educación son altamente feminizados, con salarios muy precarios, gran presencia de parcialidad y están muy vinculados a los cuidados (escuelas infantiles, ocio y tiempo libre, discapacidad...).
A pesar de que la desigual salarial se ha reducido, es necesario seguir tomando medidas para reducirla. Por ejemplo, cambiando la distribución laboral y la composición del empleo, e incorporando medidas reales de corresponsabilidad (derecho a los cuidados).
¿Por qué?
- Porque todavía las mujeres suponen el 75% de la población asalariada a jornada parcial. Este tipo de jornada explica el 70% de la brecha.
- Porque las mujeres tienen una menor inserción laboral y de menor duración que los hombres.
- Porque los sectores con bajos salarios tienen un mayor peso en el empleo femenino que en el masculino.
Para cambiar esta escandalosa realidad, es imprescindible seguir con políticas de igualdad y reforzar la lucha sindical feminista. CCOO contigo.