Para CCOO los salarios de los trabajadores no son los responsables de este elevado incremento de los precios y la mayoría de la población sigue soportando sus efectos negativos derivados de la acción del gobierno y de los empresarios, al tiempo que soportan congelaciones o recortes de sus ingresos lo que está agravando seriamente la desigualdad social y económica de un país cuya tasa de paro ya supera el 25% y se aproxima a la cifra de 6 millones de personas desempleadas.
La caída del -0,1% de los precios de consumo en noviembre deja la tasa de variación anual del IPC en Castilla y León en el 3,1%, dos décimas por encima de la media nacional situada en el 2,9%. Se trata de una inflacción muy elevada para un país inmerso en una profunda crisis económica y cuyo crecimiento ahoga en la desigualdad social y en la pobreza a la población de Castilla y León y de España.
Además la elevada inflación en 2012 se explica, en gran medida, por las subidas impositivas adoptadas por el Gobierno que es inmediatamente trasladada a precios por parte de las empresas. El elevado aumento de los precios de la energía (electricidad) y el coste que supone tanto para las familias como para las empresas, remarca la necesidad de abordar un cambio en la política energética, que apuntale y no suponga un lastre, para la capacidad industrial y competitiva de la economía. Parece irónico que el mayor incremento en los precios durante 2012 se esté dando en enseñanza y sanidad, los dos pilares del Estado del Bienestar que el Estado tendría que proteger por encima de todo y que, a través del copago y de la enorme subida de tasas universitarias está vaciando los bolsillos de la ciudadanía.
Además frente al elevado aumento de los precios, el gobierno ha decidido no revalorizar las pensiones conforme al IPC, incluyendo a los pensionistas y jubilados en la pérdida de poder adquisitivo que ya tenían que soportar los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Interprofesional (congelado en 2012), los empleados y empleadas públicos con la supresión de la paga extra de diciembre además de las sucesivas congelaciones salariales y los trabajadores en general cuyos convenios colectivos están subiendo de media el 1,29%. Este elevado esfuerzo de moderación salarial que están realizando los trabajadores y trabajadoras de este país no se corresponde en absoluto con lo que está haciendo el Gobierno con la constante subida de impuestos y con los empresarios de nuestro país.
Por todos estos motivos exigimos a los Gobiernos polìticas económicas diferentes que dirijan la presión fiscal a quienes más tienen y no a través de impuestos indirectos que se reflejan inmediatamente en los precios y hunden más en la misera a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. También volvemos a exigir responsabilidad a los empresarios para evitar aumentar los márgenes comerciales en un momento de profunda crisis económica y contribuyendo a empobrecer a la ciudadanía.