El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, señala en su informe al Consejo Confederal de CCOO, que las trabajadoras/es no están ni para la continuidad de las mismas políticas otros 4 años, ni para un año perdido por la repetición de las elecciones.
El Consejo Confederal de CCOO, que se reúne hoy y mañana, en Madrid, debatirá y votará un informe del secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo, en el que analiza el resultado de las últimas elecciones : "es urgente disponer de un nuevo gobierno que ponga en práctica el mensaje de la ciudadanía…El país, la ciudadanía, las trabajadoras y trabajadores no están ni para la continuidad de las mismas políticas otros cuatro años, ni para un año perdido por la repetición de elecciones. Esta es una lección de enorme importancia que los partidos no deberían olvidar: si aplican políticas contra la mayoría de la gente van a ser castigados por ellas en las urnas", recuerda Toxo.
El informe se abre en su introducción con tres importantes referencias: a la violencia de género (denuncia la ineficacia y pasividad de los poderes públicos para combatirla y la supresión y recorte de los recursos necesarios para prevenir y eliminar este grave problema social); el cambio climático (que nos obliga a reforzar nuestro compromiso por una transición energética y una economía baja en carbono desarrollando propuestas sindicales en el ámbito nacional y local y en los sectores y las empresas); y la campaña "huelga no es delito" (es el momento de redoblar la ofensiva para la reforma del código penal y la derogación de la ‘Ley mordaza’).
Las tareas del sindicato tras el 20D
El secretario general de CCOO cree que las expectativas generadas ante la cita electoral del 20D (elecciones históricas, segunda transición, fin del bipartidismo) han quedado lejos de cumplirse, aunque justo es afirmar que los dos grandes partidos han recibido un severo varapalo con la pérdida de 5 millones de votos (3,6 millones el PP y 2,5 millones el PSOE). Es una situación parecida a la que se dio con el gobierno anterior, el de Zapatero, y por motivos similares: después de conseguir 169 escaños en las elecciones de 2008, el PSOE perdió 4 millones de votos en 2011 porque la ciudadanía no le perdonó el giro radical en su política económica y social a partir de mayo de 2010, acatando el dictado de la troika. "Cuando se hacen políticas contra la mayoría, las urnas pasan factura", advierte Toxo.
Por eso, el secretario general de CCOO hace un llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas en el actual momento: "el país, la ciudadanía, los trabajadores no están ni para la continuidad de las mismas políticas otros cuatro años, ni para un año perdido por la repetición de las elecciones. Es urgente disponer de un nuevo gobierno que ponga en práctica el mensaje de los ciudadanos/as en las urnas", dice Toxo.
"El sindicato es un actor relevante, pero ahora la pelota está en el tejado de las formaciones políticas. No obstante, el sindicato debe prepararse para operar en cualquiera de los escenarios posibles, sabiendo que una parte de las prioridades dependen, para su gestión, de lo que suceda en sede parlamentaria", precisa el informe. La estrategia del sindicato necesita que la legislatura se inicie con un gobierno que active un proceso múltiple de negociación. Un gobierno que ha de ser sensible a la lucha contra la pobreza y la desigualdad; con el que poder abordar la lucha contra la pobreza laboral que tiene en el SMI una pieza fundamental, sin la cual el papel de la negociación colectiva verá minimizados sus efectos.
En consecuencia, señala el informe, "recuperar la cultura del pacto a través del diálogo social exige prepararse para la movilización social y democrática si se pretende impedir este a fin de continuar con la dinámica de reformas y recortes del periodo anterior. Hay que colocar la recuperación de los derechos y la calidad de vida en el centro de la agenda pública de la próxima legislatura y del nuevo gobierno", resume Toxo.
Los riesgos que amenazan la recuperación de la economía, aunque el escenario más probable es que el PIB crezca el 3% el próximo año, no pueden ser despreciados. El primero es el débil crecimiento de la zona euro, que tienen en Alemania a su principal responsable, empeñada en su política de austeridad para conseguir un saldo externo positivo del 7% del PIB. "Se habla de los riesgos del nacionalismo para la idea de Europa, pero nadie o casi nadie quiere caer en la cuenta del riesgo que comporta el neo nacionalismo alemán"…Necesitamos, pues, un crecimiento económico sólido en la eurozona, que se convierta en el primer espacio donde hay que actuar, porque hace falta algo más que política monetaria.
La tasa de crecimiento en España está amenazada además, porque la recuperación es frágil, precaria, desigual, injusta y excluyente, de forma que si no hay cambios en el modelo no será sostenible en el tiempo. "Si bien es verdad que el consumo de los hogares está creciendo el 3,5% en tasa interanual, convirtiéndose en el motor principal de la recuperación, no es menos cierto que esta situación convive con la de otro número no apreciable de hogares en los que el nivel de renta ha descendido notablemente, porque los incrementos salariales son bajos, los nuevos empleos muy precarios, las pensiones apenas aumentan el 0,25% y las prestaciones a las personas desempleadas se reducen mes a mes. Es la expresión gráfica del crecimiento de la desigualdad y la pobreza".
En este sentido, hace falta incrementar la inversión pública, consensuar un plan de choque para el empleo, derogar la reforma laboral, reforzar la negociación colectiva y participar activamente como sindicato en el reparto secundario de la renta, el que se produce con el papel redistributivo del Estado.
El sistema público de pensiones. Especialmente crítico se muestra el informe con la intervención temeraria del Gobierno en la Seguridad Social, no solo por el uso del Fondo de Reserva -eliminando la restricción de utilización de solo el 3% de sus recursos-, sino sobre todo por su política de empleo, poniendo en peligro su propia viabilidad en el futuro.
CCOO consolida y amplia su triunfo en las elecciones sindicales. Finalizado el periodo de concentración electoral que se abrió en el último trimestre de 2014 y finalizó el 31 de diciembre de 2015, CCOO vuelve a ser el primer sindicato del país y amplia su ventaja con el segundo sindicato a más de 8.300 delgadas y delegados. "Es también, recuerda Toxo, una victoria del sindicalismo confederal, que suma el 70% de la representación sindical".
