El exceso de empleo rotativo y la violencia son los principales déficits laborales en el sector de menores

Según un estudio de la Federación de Enseñanza CCOO de evaluación entre el personal de los centros de reforma juvenil y protección de menores.

El exceso de empleo rotativo y la violencia por parte de los usuarios son las dos principales déficits laborales que arrastra el personal que trabaja en los centros agrupados en el sector de la reforma juvenil y protección de menores. Así se desprende de un estudio sobre la exposición a los riesgos psicosociales a los que están expuestos estos trabajadores, realizado por la Federación de Enseñanza de CCOO, en colaboración con el Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS), y financiado por la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales.

El estudio se realizó a lo largo de este año mediante un cuestionario que mide veinte exposiciones a riesgos psicosociales que pueden afectar a la salud, además de preguntas sociodemográficas y sobre condiciones de empleo y ocupación, junto con cinco preguntas sobre violencia y discriminación. Respondieron al cuestionario 545 trabajadores de 41 centros.

Este sector se dirige a la atención de menores y jóvenes en situación de desamparo, en riesgo de exclusión social o con imposición de alguna medida judicial. Debido a las singulares características de las funciones que desempeñan, sus trabajadores están sometidos a una elevada dosis de exigencia emocional, que se agrava por la escasa flexibilidad en los tiempos de descanso, las frecuentes situaciones límite que se viven en los centros y por la falta de formación. De ahí que el 60% considere que su labor supone un desgaste considerable y que a un 26% le cueste olvidar los problemas relacionados con su trabajo.

La contratación temporal en el sector es de un 34,5%. El 30% del personal tiene menos de dos años de experiencia, el 60% menos de cinco años y sólo el 10% acredita diez años o más. Los horarios laborales se cubren todo el día, todos los días de la semana y el trabajo a turnos rotatorios es del 56,7%. Un 21% trabaja más de cuarenta horas semanales, un 18,6% le cambian con frecuencia los días de la semana que tiene que trabajar y un 19% le cambian con frecuencia la hora de entrada y salida.

En cuanto a los salarios, el 77,6% reconoce que su trabajo no está bien pagado. Un 39% cobra entre 901 y 1.200 euros, un 32,5% entre 1.201 y 1.500 euros y el 16,5% tiene un salario variable. El 41,45 está preocupado por si no le renuevan el contrato y el 75,6% no promociona desde su ingreso en el sector.

El 16% de los trabajadores de estos centros confiesa haber sufrido violencia física por parte de los usuarios de los centros y el 39,7 dice haber visto que otros compañeros la sufrían. El 29,3% ha sido víctima de alguna forma de violencia psicológica y el 23% reconoce haber visto cómo sus compañeros eran víctimas de este tipo de violencia.Un aspecto positivo de la evaluación es la ayuda y el apoyo que se genera entre las plantillas de los centros y el reconocimiento de la utilidad e importancia social de su labor.

Para la Federación de Enseñanza de CCOO este estudio debe constituir el punto de partida para trabajar en una faceta que el sindicato considera prioritaria: la mejora de las condiciones laborales en el sector que puedan afectar a la salud de sus trabajadores, lo que explica la necesidad de realizar evaluaciones periódicas de los riesgos psicosociales a los que se halla expuestos cada centro.

Por último, CCOO señala que las medidas preventivas que se desprenden de este diagnóstico van encaminadas a enriquecer el contenido del trabajo, trabajar de forma cooperativa, racionalizar las jornadas laborales, establecer salarios justos y ritmos y plantillas razonables, disponer de la información necesaria para desempeñar adecuadamente las funciones, proporcionar estabilidad en el empleo, paliar las excesivas exigencias emocionales y cognitivas del trabajo y aplicar medidas que reduzcan la violencia y agresiones en los centros.