Mensaje Irina Bokova, directora general de la UNESCO, con motivo del 50º aniversario del Día Internacional de la Alfabetización.
Durante 50 años, el Día Internacional de la Alfabetización ha sido la ocasión de celebrar la alfabetización como una fuerza generadora de autonomía para las mujeres y para los hombres, así como para el conjunto de la sociedad.
Desde que en 1966 la UNESCO proclamara el Día Internacional de la Alfabetización hemos visto grandes progresos Aunque la población mundial se ha incrementado sustancialmente, el número de adultos jóvenes no alfabetizados se redujo en un 25% entre 1990 y 2015.
Han aumentado las oportunidades de alfabetización de las mujeres, y 43 países han logrado importantes mejoras en lo que respecta a la paridad de género. El movimiento mundial en favor de la Educación para Todos ha dado lugar a muchos cambios positivos.
Pero todo esto no es suficiente. Hoy en día sigue habiendo 758 millones de adultos que no saben leer ni escribir una frase sencilla, dos tercios de los cuales son mujeres. Situados al margen de la aldea global, no reciben ninguno de los beneficios de la mundialización y sufren todos sus costos. Estos hombres y mujeres son más vulnerables a la enfermedad, la explotación y el abuso de los derechos humanos. Tienen más probabilidades de estar desempleados y de que se les pague menos cuando tienen un trabajo. Al no saber leer ni escribir, no pueden desarrollar todo su potencial, y comunidades enteras quedan atrapadas en el círculo vicioso de la pobreza, caldo de cultivo de la violencia y los conflictos.
El analfabetismo sigue siendo sinónimo de exclusión y pobreza. Debemos cambiar esa realidad.
Este es el compromiso de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la que una nueva visión mundial de la prosperidad, la sostenibilidad y la paz se presenta en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, comprendido uno específico en el que se