El incremento del precio de los estudios universitarios y la disminución del número de becas y su cuantía, así como el endurecimiento de los criterios para ser beneficiario de estas, han expulsado de las aulas de los campus públicos a más de 45.000 estudiantes durante los últimos años. Esta cifra podría crecer aún más si, como ha sugerido el Ministerio de Educación, se sustituyen ayudas por préstamos personales.

La disminución de estudiantes en las universidades públicas está acompañada de un aumento de alumnos y alumnas en las enseñanzas de máster de los campus privados, especialmente en la modalidad a distancia, por la menor diferencia de precios entre universidades públicas y privadas.
Al contrario de lo que mantiene el Ministerio, el cambio de tendencia en el acceso a los estudios superiores no se produce por el descenso de la población entre los 18 y 24 años de edad, puesto que, mientras esta se reduce desde el año 2008, el número de estudiantes matriculados aumenta hasta el curso 2011/2012.
De hecho, a partir de 2012 la disminución del número de personas que integran este colectivo se ralentiza, lo que no impide que se produzca la situación inversa: se pasa de un periodo de reducción de la población de entre 18 y 24 años, que coincide con un aumento de matriculaciones, a otro con una decrecimiento menos acentuado en el que, sin embargo, se reducen las matriculaciones.