- Primeras valoraciones de UGT y CCOO del acuerdo de investidura Partido Popular-Ciudadanos
No existe en el mismo un proyecto de país una visión integral de los cambios dirigida a reformar nuestras bases productivas, nuestro estado de bienestar y nuestro sistema democrático que esté a la altura de los retos que debe afrontar España, y que permita construir una senda de progreso sólida y duradera, que redunde en una mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas.
Se trata de un conjunto de medidas bastante deslavazado, en gran parte de ellas enunciado con poca precisión, y que apuesta por la continuidad de las políticas desarrolladas, lo que, tras el fracaso de las políticas sufridas desde 2010, resulta muy preocupante. España necesita mucho más que un listado de actuaciones puntuales que maquillen, en ocasiones para bien y en otras para mal, el fracasado modelo de desarrollo actual; España necesita una revisión global de su modelo de crecimiento y de sus estructuras institucionales con el objetivo último de poner en el centro de las políticas a las personas. Nada de esto se aprecia en el documento firmado por PP y Ciudadanos. En este sentido, casi por encima de las medidas que incluye, resultan muy esclarecedoras las ausencias de algunas actuaciones, que ponen de manifiesto el sesgo continuista y escasamente social de los cambios propuestos.
- En materia de igualdad y educación, llamar a un programa "Programa de refuerzo educativo para luchar contra el fracaso" y relacionarlo con la educación inclusiva y el alumnado con necesidades especiales, es una manera de estigmatizar a los niños y niñas con determinadas circunstancias personales o sociales. Esto no es promover la igualdad. Es segmentar la sociedad.
- NO se cuestionan las nefastas políticas de austeridad extrema que han asolado las economías de algunos países europeos, entre ellos España, y sin cuya revisión resultará imposible construir una nueva estrategia de crecimiento económico y fortalecer las políticas de protección social.
− NO se derogan las reformas laborales de 2010 y, sobre todo, 2012, responsables de la expansión de la precariedad laboral y de la generalización de los empleos de baja calidad.
− NO se reforma la negociación colectiva para recuperar los equilibrios rotos con la reforma laboral de 2012, que otorgó un desmesurado poder a las empresas y que es fuente también de abusos e ineficiencia.
− NO se sube el salario mínimo interprofesional, pieza clave para que los trabajadores y trabajadoras aumenten su poder de compra de modo que aumente la demanda y se
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Nota de prensa
