Bernardo Martínez, profesor de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Valladolid, recibió el martes 27 de junio la medalla de oro que le concedió su Departamento en reconocimiento a su trayectoria profesional, a su compromiso y dedicación a la enseñanza.
El acto transcurrió en un ambiente académico como corresponde a la Universidad, pero a la vez emotivo. El reciente fallecimiento de Bernardo y las palabras cariñosas que todos los intervinientes dedicaron a Bernardo consiguieron emocionar al auditorio.
El acto transcurrió en un ambiente académico como corresponde a la Universidad, pero a la vez emotivo. El reciente fallecimiento de Bernardo y las palabras cariñosas que todos los intervinientes dedicaron a Bernardo consiguieron emocionar al auditorio. La presencia de su compañera Blanca Ortega, de sus hijos Adela y Carlos y de su hermana fue arropada por una amplia presencia de la comunidad universitaria, profesorado, personal no docente y alumnado, pero también de compañeros y compañeras del sindicato CCOO, de IU y del movimiento ecologista y de numerosos amigos.
Intervinieron en el acto Alberto Landa, del Laboratorio de Técnicas Instrumentales de la UVA y amigo de Bernardo desde la juventud, Sagrario Beltrán, de la Universidad de Burgos que se encargó de leer un texto de José Luis Cabezas, el compañero de docencia de Bernardo durante muchos años que no pudo estar presente en el acto; Javier Dámaso, presidente de la Junta de personal docente e investigador de la UVA, Jesús Ángel Pisano Alonso, Director de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UVA, Mª Ángeles Martín Bravo, ex Directora de la antigua Escuela Universitaria Politécnica de la UVA y Rafael Mato Chaín, director del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la UVA, que fue el que hizo entrega de la Medalla de Oro del Departamento. Presidió y presentó el acto el Rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José.
Todos los intervinientes hablaron del carácter y de la entrega y dedicación de Bernardo, desde sus comienzos en Valladolid, su paso por Burgos, hasta su llegada ya definitiva de nuevo a Valladolid. Se recordó su compromiso político, su actividad sindical, su lucha ecologista y su cercanía con profesorado y alumnado. Los intervinientes señalaron su entrega total a la Universidad, no sólo en lo estrictamente laboral y sindical. Bernardo era una ‘buena persona’, recalcaron quienes hablaron de su figura, y la entrega de la Medalla de Oro y la placa de recuerdo de la Escuela de Ingenierías Industriales fueron un broche a una vida entregada y un reconocimiento que agradeció su familia.
Antes de las últimas palabras del rector, unas imágenes de Bernardo con un fondo musical del “Ojalá” de Silvio Rodríguez o el poema de Antonio Machado musicalizado por Serrat consiguieron arrancar las lágrimas de muchos de los presentes. Su compañera Blanca Ortega emocionada dirigió unas palabras a todos los presentes que tuvo que terminar su hijo Carlos.
El recuerdo de Bernardo plasmado en la imagen que presidió los momentos finales del acto, un Bernardo sonriente y con el puño en alto, pusieron fin al acto académico que continuaría de manera más informal, pero no menos emotiva, en la cafetería de la Escuela.
