Una gran multitud, proveniente de distintas comunidades autónomas, se han concentrado en la céntrica Plaza de Callao para defender a las trabajadoras del primer ciclo de Infantil que arrastran una situación laboral precaria desde hace años y cuya solución sigue bloqueada en la Mesa de Negociación ante la negativa de las patronales a ponerle fin con unas condiciones dignas para la importante tarea que desempeñan.
Dado el masivo seguimiento de los primeros paros convocados los días 19 y 25 de octubre, se esperaba que la convocatoria en Madrid fuera notable. Y así ha sido. Más de 1.000 delegadas y trabajadoras del sector, en representación de diversas comunidades autónomas, participó hoy sábado en la concentración que se llevó a cabo en la Plaza de Callao, en Madrid, para seguir sumando fuerza de cara a la Mesa del próximo 2 de noviembre, en la que se pretende desbloquear la negociación que mantiene en situación de precariedad a miles de trabajadoras de escuelas infantiles privadas y de gestión indirecta desde hace más de dos años.
La acogida de hoy vuelve a dejar constancia del malestar del conjunto de las trabajadoras del primer ciclo de Infantil y de sus reivindicaciones, y aumenta todavía más la presión sobre las patronales de cara a la futura negociación que, de no avanzar sustancialmente, será respondida con nuevos llamados al personal de estos centros y familias para que participen en las próximas convocatorias, previstas para el 8 y el 15 de noviembre, y que podrían continuar si fuera necesario.
CCOO había convocado en solitario las jornadas de huelga, ante la negativa de otras organizaciones sindicales, pero siempre apelando a que la unidad sindical es la medida de presión que permitirá avanzar en la Mesa de Negociación y mejorar las condiciones que las trabajadoras del 0-3 siguen enfrentando.
Las principales exigencias de las trabajadoras del sector, apoyadas por CCOO, son mejorar sus retribuciones y condiciones laborales, ya que estas no se corresponden con la responsabilidad que asumen ni con la formación que se les exige, y que resultan impropias para quienes realizan actividades de docencia en la etapa preescolar.