El sindicato considera que la Administración debe atajar la creciente alarma social y que el deterioro de la calidad tiene su origen en la privatización del servicio.
El sábado pasado, la Federación de Enseñanza de CCOO de CyL se felicitaba del rápido cese del suministro de menús escolares, en diecinueve centros de la provincia de Segovia, a la unión de empresas Serunión-Grupo Lince Asprona, tras ser detectadas anomalías en la calidad de los alimentos servidos por ella, pero consideraba dicha medida además de deberse a la urgencia electoral, era claramente insuficiente.
Desconocíamos entonces que, pocas horas antes, tres nuevos episodios alimentarios en comedores suministrados por la empresa SERUNION en la provincia de Palencia, lo habían venido a confirmar.
Estos hechos suponen un incumplimiento muy grave de las obligaciones de la empresa, y son motivo para la resolución legal del contrato, de acuerdo con lo previsto en el pliego de cláusulas administrativas y en la propia Ley de Contratos del Sector Público en su art. 223 f). Dicha rescisión del contrato debe extenderse a todas las concesiones de la región sin que haya que esperar a que nuevos casos sigan extendiendo la alarma social en los usuarios del servicio.
CCOO insiste en que la bajada de calidad de los comedores escolares se inició con su privatización, al traspasar la gestión a empresas que buscan aumentar beneficios a costa de reducir costes, utilizando para ello un sistema de catering que deteriora las cualidades nutricionales de dichos alimentos. Dicha pérdida de calidad no está relacionada con los recortes de gasto público, porque a pesar de haber disminuido el número de becas, aumentado el precio que pagan los usuarios (Castilla y León es la cuarta comunidad con los comedores más caros, según un estudio de CEAPA) y bajado el número de usuarios, el presupuesto de la Junta para comedores ha crecido en torno al millón de euros. La diferencia ha ido, pues, a beneficios de las concesionarias.
CCOO considera, por ello, como también lo hizo el Consejo Escolar de Castilla y León, que para garantizar la alimentación sana y equilibrada, se debería retomar la gestión pública del servicio y reabrir las cocinas existentes en los centros. Dicha medida serviría, además, para crear empleo público de calidad y para reactivar la economía local, al abastecerse los comedores con productos procedentes de un entorno cercano.
Desconocíamos entonces que, pocas horas antes, tres nuevos episodios alimentarios en comedores suministrados por la empresa SERUNION en la provincia de Palencia, lo habían venido a confirmar.
Estos hechos suponen un incumplimiento muy grave de las obligaciones de la empresa, y son motivo para la resolución legal del contrato, de acuerdo con lo previsto en el pliego de cláusulas administrativas y en la propia Ley de Contratos del Sector Público en su art. 223 f). Dicha rescisión del contrato debe extenderse a todas las concesiones de la región sin que haya que esperar a que nuevos casos sigan extendiendo la alarma social en los usuarios del servicio.
CCOO insiste en que la bajada de calidad de los comedores escolares se inició con su privatización, al traspasar la gestión a empresas que buscan aumentar beneficios a costa de reducir costes, utilizando para ello un sistema de catering que deteriora las cualidades nutricionales de dichos alimentos. Dicha pérdida de calidad no está relacionada con los recortes de gasto público, porque a pesar de haber disminuido el número de becas, aumentado el precio que pagan los usuarios (Castilla y León es la cuarta comunidad con los comedores más caros, según un estudio de CEAPA) y bajado el número de usuarios, el presupuesto de la Junta para comedores ha crecido en torno al millón de euros. La diferencia ha ido, pues, a beneficios de las concesionarias.
CCOO considera, por ello, como también lo hizo el Consejo Escolar de Castilla y León, que para garantizar la alimentación sana y equilibrada, se debería retomar la gestión pública del servicio y reabrir las cocinas existentes en los centros. Dicha medida serviría, además, para crear empleo público de calidad y para reactivar la economía local, al abastecerse los comedores con productos procedentes de un entorno cercano.