Los sindicatos FECCOO, FETE-UGT y FSIE, quieren denunciar el profundo malestar de gran parte del colectivo de trabajadores que prestan servicios de atención a personas con discapacidad en las empresas del sector en Castilla y León.
Este malestar no es debido solamente a la percepción generalizada de decepción surgida tras las reformas, los recortes presupuestarios y de subvenciones, y la tan manoseada crisis. Ni a la sensación objetiva de que efectivamente se pretende desmantelar la Ley de Dependencia.
Dicho malestar se debe, mayoritariamente, a una pésima, excesiva y abusiva aplicación de la reforma laboral por un lado, y a la mala aplicación e interpretación de lo firmado en el Convenio (y esto cuando el Convenio no es, directamente, ignorado).
Queremos recordar que en este sector, tienen cabida desde los más pequeños Centros Especiales de Empleo (donde a veces se exigen niveles de productividad y competitividad desmesurados al personal con discapacidad) hasta las más grandes fundaciones de muchas localidades, grandes empresas en muchas provincias. Empresas cuya labor social nunca ha sido puesta en duda, pero que exprimen cada vez más a su personal.
CCOO, UGT y FSIE denuncian que la actualidad las empresas del ámbito de la discapacidad de Castilla y León amparándose en la situación coyuntural están eliminando unilateralmente todas y cada una de aquellas mejoras que se habían ido consiguiendo a través de acuerdos colectivos de empresa. Igualmente pretenden desvirtuar y modificar a la baja de forma sustancial el acuerdo firmado el 14 de abril de 2009, para el personal complementario de los Centros de Educación Especial.
CCOO, UGT y FSIE, ante la grave situación por la que atraviesan los trabajadores de los diferentes colectivos de la discapacidad en Castilla y León INSTAMOS:
• A que las Empresas, Asociaciones y Fundaciones de Castilla y León respeten los acuerdos y mejoras que han pactado con sus trabajadores.
• A la Junta de Castilla y León a desistir en las políticas de recortes al sector de la Discapacidad que están repercutiendo, de manera nefasta, en la calidad de los servicios y en las condiciones sociolaborales de los trabajadores.
Ante esta desafortunada situación, las organizaciones sindicales anteriormente señaladas, no descartan la oportuna toma de decisiones encaminadas a llevar a cabo las actuaciones necesarias para que se reviertan estas caciquiles imposiciones de las empresas y sus gerentes.
