Esta mañana (jueves 9 de mayo de 2024) la federación de enseñanza de CCCO de Cartilla y León se ha concentrado frente a la Consejería de educación para reivindicar una reducción de jornada lectiva para docentes mayores de 55 años.
Solo Asturias, Galicia y Castilla y León no recogen este derecho.
La medida, contemplada en el artículo 105 de la LOE, generaría entre 900 y 1500 puestos de trabajo en la enseñanza pública de Castilla y León, habida cuenta de que más del 22% de las y los docentes de la comunidad superan esta edad.
En base a un cálculo de reducción de tres a cinco horas mínimo, se podrían incorporar a la docencia entre 350 y 585 maestr@s y de 600 a casi 1.000 profesor@s de secundaria y otros cuerpos.
La Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla y León exige su aplicación inmediata, que ya está en vigor en quince de las diecinueve comunidades autónomas.
La Ley Orgánica de Educación permite a las comunidades autónomas flexibilizar el horario lectivo del profesorado mayor de 55 años mediante dos modalidades:
- Sustitución parcial de la jornada lectiva por actividades de otra naturaleza sin reducción de sus retribuciones, disminuyendo únicamente la carga lectiva y manteniendo el cobro del 100% del salario.
- Reducción de la jornada laboral, con la correspondiente disminución proporcional de haberes en función de las horas reducidas.
Al tratarse de una medida contemplada en una ley orgánica, no requiere autorización del Gobierno central ni de ningún otro organismo. Se trata de una iniciativa que depende exclusivamente de la voluntad política de la Consejería de Educación de Castilla y León.
Sin embargo, vamos tarde, pues todas las ciudades y CCAA la han recogido en su legislación excepto Asturias, Galicia y la nuestra.
La reducción de horas lectivas en mayores de 55 aporta beneficios a toda la comunidad educativa. Estas horas que no se emplean en la jornada lectiva se trasladan a tareas complementarias del centro, lo que minimiza la intensidad y el nivel de estrés en este colectivo. El profesorado mayor de 55 años ha aportado todo su esfuerzo y dedicación a la formación de numerosas generaciones de estudiantes en las distintas etapas que constituyen nuestro sistema educativo. Este reconocimiento no solo debe articularse en el campo de lo simbólico, sino también con medidas reales que nos permitan afrontar en mejores condiciones el tramo final de nuestra carrera profesional. Las horas complementarias permiten al docente mayor de 55 organizar su jornada laboral de manera más flexible.
La OCDE establece que, como composición óptima de las plantillas, debería haber un docente menor de 30 años por cada dos mayores de 50. En el caso de Castilla y León, la proporción es de uno de cada seis, por lo que es evidente su envejecimiento. La finalización de la jubilación LOE, que incentivaba la jubilación anticipada del personal docente mayor de 60 años, ha incidido en el aumento del profesorado que se sitúa en esta franja de edad. Por otro lado, las políticas de recorte en las que se limitó la oferta de empleo público y se aumentó la jornada lectiva han limitado la posibilidad de acceso a los menores de 30 años al sistema.
La reducción de horas lectivas en el profesorado mayor de 55 supondría un beneficio generalizado, una creación importante de puestos de trabajo y un incremento en la calidad educativa que recibe el alumnado de Castilla y León. Es el momento de dar un relevo a un colectivo que ha demostrado su valía y entrega dando una oportunidad a las nuevas generaciones que construirán el futuro de Castilla y León.