La Federación de Enseñanza de CCOO de CyL coincide con la recomendación de la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, de que se abran los comedores escolares en verano con el objetivo de garantizar a los menores en riesgo de exclusión una alimentación adecuada durante las vacaciones.
CCOO considera que el argumento de la Consejería de Educación para negarse a dicha petición, asegurar que dichas necesidades están cubiertas por la Red de Protección a las Familias, es absolutamente inconsistente, ya que el servicio de reparto de alimentos de dicha Red ha sido demandado de enero a marzo por 1.369 personas, mientras en Castilla y León la pobreza afecta a alrededor de 83.000 niños y niñas.
Esa situación de pobreza la intentan paliar también diferentes ONGs (Banco de Alimentos, Cruz, Roja o Cáritas) que, en general, sólo disponen de productos de larga duración, y no de alimentos frescos como frutas, verduras, carne, pescado o huevos, que, por otra parte, la crisis ha convertido en inaccesibles para las familias que menos tienen. Trasladar productos frescos hasta el local de la ONG, y de ahí al consumidor necesita un camión frigorífico, que nadie costea, por lo que dichos alimentos terminan siendo desperdiciados por los posibles donantes.
CCOO considera, además, que la alimentación (lo mismo que la vivienda, la sanidad, la educación o el trabajo) deberían ser derechos reconocidos para toda la población y, por lo tanto, los déficits nutricionales graves de los niños y niñas deberían ser paliados desde los servicios públicos y no convertirse en un asunto de caridad que recuerda tiempos pasados.
Por ello, exigimos a la Administración que recupere la gestión pública de los comedores escolares, y que destine el ahorro, que ahora va a beneficios de las empresas adjudicatarias, a mejorar la calidad del mismo y paliar los efectos del empobrecimiento en las niñas y niños de nuestra Comunidad, con bajadas de precios en los menús, aumento de becas y apertura de comedores en períodos no lectivos, ampliándolos también al alumnado de la Enseñanza obligatoria, volviendo a contratar a un número de cuidadores suficientes, y poniendo en marcha un programa de desayunos o meriendas para escolares, similar al existente en algunas CCAA y ayuntamientos.
CCOO considera que el argumento de la Consejería de Educación para negarse a dicha petición, asegurar que dichas necesidades están cubiertas por la Red de Protección a las Familias, es absolutamente inconsistente, ya que el servicio de reparto de alimentos de dicha Red ha sido demandado de enero a marzo por 1.369 personas, mientras en Castilla y León la pobreza afecta a alrededor de 83.000 niños y niñas.
Esa situación de pobreza la intentan paliar también diferentes ONGs (Banco de Alimentos, Cruz, Roja o Cáritas) que, en general, sólo disponen de productos de larga duración, y no de alimentos frescos como frutas, verduras, carne, pescado o huevos, que, por otra parte, la crisis ha convertido en inaccesibles para las familias que menos tienen. Trasladar productos frescos hasta el local de la ONG, y de ahí al consumidor necesita un camión frigorífico, que nadie costea, por lo que dichos alimentos terminan siendo desperdiciados por los posibles donantes.
CCOO considera, además, que la alimentación (lo mismo que la vivienda, la sanidad, la educación o el trabajo) deberían ser derechos reconocidos para toda la población y, por lo tanto, los déficits nutricionales graves de los niños y niñas deberían ser paliados desde los servicios públicos y no convertirse en un asunto de caridad que recuerda tiempos pasados.
Por ello, exigimos a la Administración que recupere la gestión pública de los comedores escolares, y que destine el ahorro, que ahora va a beneficios de las empresas adjudicatarias, a mejorar la calidad del mismo y paliar los efectos del empobrecimiento en las niñas y niños de nuestra Comunidad, con bajadas de precios en los menús, aumento de becas y apertura de comedores en períodos no lectivos, ampliándolos también al alumnado de la Enseñanza obligatoria, volviendo a contratar a un número de cuidadores suficientes, y poniendo en marcha un programa de desayunos o meriendas para escolares, similar al existente en algunas CCAA y ayuntamientos.