La Federación de Enseñanza de CCOO denuncia que la falta de plazas públicas en la Formación Profesional se ha convertido en un déficit estructural en algunas comunidades autónomas. Un problema de gran calado social que afecta directamente al derecho a la educación y a la equidad, cuya persistencia viene denunciando el sindicato de manera reiterada.
La exclusión en esta etapa educativa afecta desproporcionadamente al alumnado perteneciente a la clase obrera, procedente de familias más desfavorecidas económicamente, migrantes o de determinados orígenes étnicos que optan por estudios profesionalizadores.
Durante el curso 2020-2021, la FP fue la etapa educativa con mayor incremento de alumnado en todo el Estado, con 46.494 estudiantes más respecto al anterior para un total de 934.204, muy superior al incremento de la ESO, cifrado en 29.939 para un total de 2.041.928. Con los datos de preinscripción actual para el curso que viene, se confirma la tendencia de aumento exponencial de alumnado en la FP, que probablemente se verá incrementado por la crisis provocada por la COVID-19 y el retorno al sistema educativo.
La falta de previsión y planificación de las administraciones en la programación de la oferta pública en esta etapa deja fuera a miles de estudiantes de la opción deseada, y demuestra una desigualdad y desequilibrio estructural en las praxis educativas que perjudican y segregan al alumnado con menos recursos que opta por el itinerario de FP.
Gran parte del alumnado que no puede acceder a su opción deseada por falta de oferta acaba abandonando los estudios o pagando por ellos en centros de titularidad privada que han proliferado exponencialmente los últimos años suplantando la oferta pública en formato presencial y especialmente a distancia. En esta modalidad, los estudios de Grado Medio han tenido un incremento de un 81,65% en seis años, durante los que ha aumentado el 30,9% de la matrícula en la pública y el 2.565% en centros privados. Por su parte, el Grado Superior ha crecido un 112,29% en seis años, subiendo un 42,44% de la matrícula en centros públicos y un 1.112,42% en la privada.
Como muestra, en comunidades autónomas como Madrid –un ejemplo de estrategia deliberada–, en apenas 10 años el alumnado que estudia FP en centros concertados ha pasado del 27% al 44%. En Cataluña, el déficit estructural acumulado durante años, con un abandono educativo temprano en la FP de Grado Medio que ronda el 40%, puede estar dejando en la calle a 20.000 jóvenes o teniendo como única opción la vía de pago para estudiar.
Desde CCOO señalamos al menos cuatro cuestiones que son de competencia exclusiva de las administraciones educativas y que la nueva Ley debería reconocer y abordar como prioritarias: dar cumplimiento al artículo 109 de la LOMLOE, ofreciendo las suficientes plazas públicas para esta etapa y garantizando el derecho a la educación en condiciones de igualdad y los derechos individuales de alumnos y alumnas, padres, madres y tutores legales; la insuficiente inversión pública en la FP, empezando por la orientación académica y profesional en la ESO, y especialmente en la oferta de ciclos de Grado Medio; la incorporación de las medidas de inclusión y contra la segregación del resto de etapas en la FP; y la insuficiente inversión pública en la oferta modular de FP en los centros de adultos, perfectamente viable desde la publicación del RD 1147/2011 de ordenación de la FP en el sistema educativo.
De forma complementaria, el sindicato propone una comisión de seguimiento para garantizar que los fondos destinados a la FP aseguren el derecho a la educación y no excluyan a nadie del sistema educativo; una oferta de Formación Profesional en todos los institutos de Secundaria; el refuerzo de los departamentos de Orientación de los IES con figuras como el Profesorado de Servicios a la Comunidad y de Formación y Orientación Laboral que permitan impulsar la orientación académico-profesional y facilitar la ayuda necesaria (fundamentalmente al alumnado más vulnerable, con menor conectividad y competencias digitales) y el seguimiento en los procesos de prematrícula y matrícula del alumnado, especialmente en los Ciclos Formativos de Grado Básico y Grado Medio.
Junto a estas medidas, el sindicato también insta a impulsar la formación permanente del profesorado de FP, tanto presencial como a distancia, en todo el Estado; la profundización de las estancias en empresas y la implementación del “año sabático de formación” para las y los docentes de Formación Profesional, que permita su actualización, tanto en empresas punteras en los distintos sectores productivos, como en centros y departamentos universitarios.
Igualmente, CCOO exige la negociación rápida de todos los aspectos relacionados con el profesorado de FP en el ámbito del desarrollo de la LOMLOE y de la Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, especialmente en lo que concierne al profesorado técnico de FP.