En un informe presentado esta mañana, el sindicato sostiene que la jornada mínima real del profesorado cada semana está por encima de las 42 horas y en algunos casos puede exceder las 48. Asimismo, sitúa la temporalidad del sector en un 26%, muy lejos del 8% deseable.
CCOO presenta un informe que pone claramente de manifiesto la sobrecarga del profesorado de la enseñanza pública. Para dedicar 10 minutos por alumna/o a la semana, la jornada mínima real semanal del profesorado para realizar todas sus funciones está por encima de 42 horas y puede llegar a superar las 48.
La situación de sobrecarga del profesorado es muy alarmante. El horario oficial establecido es, en general, de 37,5 horas semanales, y de 35 en donde se ha conseguido desarrollar el acuerdo con Función Pública para la rebaja del horario de las empleadas y empleados públicos; pero, en la realidad, todo el personal docente excede ese horario con creces. Las tareas se han ido sumando y no se ha incrementado el profesorado para asumirlas dentro de la jornada oficial: las clases, la preparación de estas, todas las reuniones prescriptivas, coordinaciones, trabajo burocrático, corrección de trabajos y exámenes, atención individualizada, guardias y otro sin fin de tareas asociadas. El horario de permanencia en el centro del profesorado es de 30 horas más otras 7,5 de horario de libre disposición y, como se ha podido comprobar, ese tiempo es claramente insuficiente con las actuales ratios de grupos y alumnado.
Cada docente atiende de media a más de 50 alumnas y alumnos en colegios y a unos 90 en institutos, dado que cada grupo recibe clase de varios docentes y cada docente atiende a varios grupos. Por esto no se puede confundir la ratio de alumnado por aula, como suele suceder, con la cantidad de alumnado que atiende cada docente.
La solución es también evidente, pero es necesaria una voluntad y una inversión decididas para mejorar las condiciones en las que se encuentra el profesorado y, por tanto, el sistema educativo. Deben incrementarse muy significativamente las plantillas para que cada docente atienda a menos grupos –por tanto, a menos alumnas y alumnos–, y reducir con planes específicos sus tareas burocráticas. Es necesario que el profesorado aborde todas sus tareas dentro de su horario laboral oficial para que pueda realizar con todas las garantías su importante labor, sin tener que realizar constantemente un exceso de horario que deriva en un gran estrés y problemas de salud.
El incremento de 85.000 docentes que lleva tiempo reivindicando CCOO para reducir ratios, mejorar la atención a la diversidad y aumentar el número de profesorado por grupo mejorarían mucho la situación. No obstante, en algunos territorios especialmente masificados o en los que no han reducido en nada la carga lectiva de cada docente, sería necesario un esfuerzo adicional.
Temporalidad al 26%
En el informe también se hace un repaso a la situación de la temporalidad en el sector docentes de la enseñanza pública que actualmente se sitúa en un 26%. Las razones de esta alarmante situación, muy lejos del objetivo del 8%, son que no se ha ejecutado la reposición de los últimos años en la mayoría de los territorios, que las ofertas de estabilización no fueron suficientes en muchas CC. AA. y que no se han ofertado las plazas de nueva creación desde 2020.
Para solucionar esta situación es necesaria la convocatoria de más de 100.000, es posible pues los Presupuestos Generales del Estado establecen que se puede exceder la tasa de reposición con el objetivo de no superar el 8% de interinidad, pero debemos conseguir que las administraciones reconozcan el problema y tengan la voluntad de solventar sus errores. La estabilidad de los equipos docentes es fundamental para sus condiciones laborales, pero también para mejorar el funcionamiento del sistema.