La Federación de Enseñanza de CCOO ha puesto en marcha una campaña en contra del veto parental que, de manera encubierta, se está practicando en Castilla y León. La campaña incluye materiales informativos que se llevarán a los centros escolares explicando las razones jurídicas por las que este veto no es legal. También se pondrán a disposición de la comunidad escolar cartas que los docentes, los padres y los equipos directivos pueden dirigir a la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León para defenderse ante las presiones que pueden recibir de grupos contrarios a la realización de actividades complementarias en los centros, sobre todo de carácter afectivo-sexuales.
La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Elena Calderón, ha sido tajante a la hora de hablar de este tipo de actividades que “son obligatorias para los alumnos y alumnas, no como las actividades extraescolares que son voluntarias”. Elena Calderón ha señalado que, en este sentido, no cabe pedir autorización a los padres, como parece que se hace en algunos centros públicos, ni los padres tienen derecho a ejercer ningún tipo de objeción de conciencia sobre los temas a tratar como dejó sentada una sentencia del Tribunal Supremo a raíz de una denuncia sobre la asignatura de Educación a la Ciudadanía. “Si un alumno o alumna no acude a esa clase por indicación de sus padres tendrá simplemente una ausencia injustificada” ha dicho.
Ningún argumento
La responsable de la Federación de Enseñanza rechaza que haya “ningún argumento pedagógico ni docente para cuestionar las actividades complementarias en los centros” y que se trata únicamente de argumentos ideológicos que pretenden imponer grupos de ideología ultracatólica y de extrema derecha. Como ejemplo ha puesto la demanda presentada por la organización Abogados Católicos contra las charlas impartidas por la abogada feminista Cristina Almeida sobre igualdad en centros públicos, demanda en la que se ha personado CCOO y en la que está imputada incluso la directora provincial de Educación de Valladolid. En este sentido, Elena Calderón ha criticado que ni la directora provincial ni la Consejería de Educación de la Junta han salido en defensa de los equipos docentes de los centros en los que se impartieron las conferencias. Al contrario, la responsable de la Federación de Enseñanza ha señalado que la instrucción de la dirección provincial es que los equipos directivos consulten con los padres estas actividades. “El objetivo de estos grupos es atentar contra la escuela pública donde se educa en libertad mediante la amenaza a los equipos docentes para que dejen de hacer las actividades que están previstas” ha señalado.
Incluidas en los curriculum
El responsable de Política Educativa de la Federación de Enseñanza de CCOO Castilla y León, Ismael Díaz Gómez, ha resaltado “que todas las actividades complementarias están incluidas en los currículum que aprueba el Consejo Escolar donde están representados los padres y madres”. Díaz ha negado que se adoctrine a los alumnos y ha defendido el derecho de éstos a ser educados en libertad. También ha reivindicado la autonomía del personal docente. “En los centros públicos tenemos la obligación de formar a nuestros chicos y chicas en valores que van más allá de los libros” ha explicado.
Adoctrinamiento religioso
Por su parte Mª Jesús Castañeda, responsable de Enseñanza Pública No Universitaria de CCOO Castilla y León ha resaltado que los mismos grupos que exigen la retirada de la formación afectivo-sexual en los centros públicos exigen el mantenimiento de la religión católica como asignatura evaluable. Para la responsable sindical esta formación en igualdad y diversidad sexual ayuda enormemente a la convivencia escolar entre alumnos que tienen diferentes opciones afectivas y previene la violencia de género tanto dentro como fuera de la escuela y también para el futuro. María Jesús Castañeda ha indicado que los padres y madres deberían agradecer que sus hijos e hijas aprendan comportamientos igualitarios en los centros escolares ya que, de otra forma, aprenderán sin rigor en “las pantallas” ha dicho.
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