“Luchar contra el ciberacoso y otras formas de violencia en línea que involucran a niños, niñas y jóvenes” es el tema del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, que se celebra hoy.
La vida y la educación de los niños, niñas y jóvenes de todo el mundo se desarrolla cada vez más on-line y, aunque el acceso a Internet proporciona oportunidades de comunicación y aprendizaje, donde juegan, crean, aprenden, interactúan y se expresan en un entorno conectado, desde una edad muy temprana también les expone cada vez más a la violencia en línea que repercute negativamente en su calidad de vida, su rendimiento académico y su salud mental[1].
FECCOO asume las declaraciones de Naciones Unidas en las que señala que “el sistema educativo tiene una misión importante que cumplir al abordar las cuestiones de seguridad en Internet, de ciudadanía digital y de utilización de tecnologías. La educación formal puede y debe desempeñar un papel clave al brindar a los niños, niñas y jóvenes las capacidades y conocimientos necesarios para identificar la violencia en línea y protegerse contra las diferentes formas en que puede presentarse, ya sea por parte de sus compañeros o de los adultos”[2].
Exigimos que la Estrategia Europea de los Derechos de la Infancia[3] se haga efectiva de inmediato: una UE en la que los niños y niñas puedan navegar con seguridad por el entorno digital y aprovechar sus oportunidades. Esta recoge varias iniciativas para sensibilizar y capacitar sobre el ciberacoso, el reconocimiento de la desinformación y la promoción de un comportamiento saludable y responsable en línea. De la misma forma, prevenir el impacto en la infancia y sus derechos de la Inteligencia Artificial, concretamente los riesgos relacionados con la privacidad, la seguridad y la protección es otro reto inmediato.
El ciberacoso es un enemigo invisible y afecta de manera directa a la persona acosada. La mayor parte de las veces los sentimientos de vergüenza y exclusión impiden su denuncia o verbalización por parte de las y los menores que lo sufren, haciendo que las personas adultas minimicen su alcance. Estas situaciones provocan además de un bajo rendimiento escolar, un incremento de los riesgos de sufrir trastornos de ansiedad, angustia, miedo, aislamiento social, autolesiones, depresiones e ideas suicidas.
Una de las vertientes en las que el acoso y sobre todo el ciberacoso se manifiestan de manera más virulenta es en todas aquellas cuestiones relacionadas con la expresión de género y la diversidad sexual. Según la UNESCO, una encuesta realizada a más de 17.000 menores, dejó patente que el 54% por ciento de las personas LGTBIQ han recibido alguna muestra de acoso escolar al menos una vez en su vida por su orientación o expresión de género. Además, los datos ponen de manifiesto que las y los menores LGTBIQ sufren un acoso que les lleva a tener pensamientos suicidas entre 2 y 5 veces más, dependiendo del país, que otros menores acosados.
Todos somos responsables de garantizar la seguridad y el bienestar de niños, niñas y jóvenes y erradicar todo tipo de violencia en los centros escolares y en Internet.
[1] Mensaje de Audrey Azoulay, directora general de UNESCO, con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso, 4 de noviembre de 2021. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000379613_spa
[2] https://es.unesco.org/commemorations/dayagainstschoolviolenceandbullying
[3] Estrategia Europea de los Derechos de la Infancia. https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/1_en_act_part1_v7_0.pdf
