El sindicato ha comunicado en repetidas ocasiones que la Ley, actualmente en el Senado, no es la que necesita nuestro sistema universitario, ya que no resuelve ninguno de los problemas que lleva padeciendo el sector durante muchos años.
CCOO ha manifestado en todos los foros donde participa que la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) no resolverá los graves problemas que la educación superior arrastra. A lo largo de su tramitación en el Congreso de los Diputados presentó numerosas enmiendas, algunas de las cuales fueron aprobadas. Pero creemos que todavía hay otros aspectos que no fueron recogidos entonces y que son fundamentales, por lo que hemos presentado nuevamente enmiendas, esta vez en el Senado. Entre ellas:
- Un artículo nuevo que recoja una Mesa de Negociación de las condiciones laborales para el personal del sistema universitario. En vista del no reconocimiento por parte de Función Pública de la Mesa que estaba en funcionamiento, parece necesario un artículo que siente la base legal para su existencia. Esperamos que los partidos políticos entiendan la trascendencia de esta enmienda. De lo contrario, el Gobierno estará dejando sin ningún espacio de negociación colectiva a más de 41.000 personas (personal docente e investigador funcionario) que permanecen sin poder negociar, entre otras condiciones laborales, un Real Decreto de retribuciones de 1989, modificado parcialmente en 1995 y 2000. Si contamos al resto del personal de las universidades, esta mesa afecta a más de 167.000 personas.
- La modificación de la Disposición transitoria tercera para que las universidades puedan seguir convocando plazas de Profesorado Contratado Doctor con total seguridad jurídica.
- Una modificación del artículo 57 para que las universidades dediquen un porcentaje no inferior al 1% de su presupuesto a fondos de acción social, que incluyan medidas incentivadoras y compensatorias para mejorar las condiciones de jubilación.
CCOO espera que los grupos parlamentarios asuman unas enmiendas que sirven para defender y seguir mejorando las condiciones laborales en el ámbito universitario, tan descuidadas en la última década, como pilar básico sobre el que construir un sistema aún de mayor calidad.