Para que la propuesta pueda salir adelante requiere la aprobación y consenso de los gobiernos de los Estados miembros, por lo que CCOO pide al Gobierno español en funciones que se oponga a que se trate a los refugiados como mercancía y asuma sus responsabilidades de acogimiento, puesto que de los 16.000 refugiados que se comprometió a acoger, a día de hoy solo han llegado 18 personas.
La Comisión Europea está estudiando una propuesta por la que se multaría a los países que no sean “solidarios” y se nieguen a acoger a refugiados con una cantidad de 250.00 euros por cada refugiado que no sea acogido. No se trata de una multa sino de un canje, es decir la Comisión propone mercadear con la vida de los refugiados. Lejos de intentar aplicar una política migratoria común y obligar a los países de la Unión a cumplir con sus compromisos y a respetar el derecho internacional, les exime de su cumplimiento siempre y cuando paguen un peaje.
CCOO denunciamos que la Unión Europea vuelve a utilizar una política mercantilista para hacer dejación de sus responsabilidades. Lo hizo con el vergonzoso acuerdo con Turquía, por el que se pagan 6000 millones de euros en dos años a este país para que los refugiados no vengan a Europa, y vuelve a utilizar el mercadeo para dejar que algunos países de la Unión puedan no cumplan sus obligaciones de refugio y asilo a cambio de dinero. 250.000 euros por refugiado es el precio que le puede costar a un gobierno europeo desvincularse del mecanismo de reparto acordado en la UE.
La propuesta de la Comisión recoge igualmente que en caso de emergencia se tendrá en cuenta si un país tiene ya refugiados de los campos de Turquía o Líbano: a más reasentados de esos países, menor será la cantidad de personas que tendrá que aceptar en el reparto.
Desde CCOO queremos denunciar que la Comisión Europea vuelve a rebajar la protección de las personas con esta reforma del sistema de asilo a cambio de una presunta mayor dureza monetaria con los países que no cumplan, sin establecer como se va a proceder a crear ese control y, por tanto, sin garantía de que se vaya a producir la sanción. Lo que sí queda claro es que los países que se estaban negando a recibir a los refugiados lo van a poder seguir haciendo sin ningún impedimento. O con una multa en el peor de los casos. Por ello, pedimos al Gobierno español en funciones que se oponga a la aprobación de esta disparatada e insolidaria propuesta.
Por último denunciamos que la iniciativa de la Comisión Europea demuestra igualmente que las devoluciones pactadas con Turquía sientan un precedente al instar a los países a evaluar si la solicitud de asilo es improcedente en el caso de que este venga de un país considerado “seguro”. En ese caso el demandante de asilo será retornado al país de procedencia. Es decir, con esta propuesta se consagra el principio del vergonzoso acuerdo con Turquía, para poder devolver a los refugiados a otros pises fuera de la Unión Europea.
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