La Federación de Enseñanza de CCOO exige a la administración que retome la gestión pública de los comedores escolares.
Una vez más, y tras la aparición de otro incidente en los comedores públicos de los centros educativos de Castilla y León, la Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla y León exige que la Administración retome la gestión pública del servicio de comedores escolares en los centros docentes públicos, pues los motivos son ya más que suficientes.
A pesar del descontento generalizado de la sociedad castellano-leonesa, a pesar de los episodios que se están sucediendo en los comedores escolares en el presente curso escolar, la Administración sigue “erre que erre” con la privatización de los servicios públicos en Educación, sin querer entender que dicha gestión le sale más cara. Al margen de que el modelo de pliegos lo único que consigue es la negociación a la baja de las empresas licitantes, con la consiguiente merma de calidad.
Una vez más se produce un incumplimiento grave debido a la aparición de una tuerca en el puré de las/os niños, además de tener que retirar dicho puré en varios centros escolares de la provincia de Segovia, por encontrarse en mal estado. Se evidencia, de esta manera, una clara irregularidad en el control de la línea fría que tanto le gusta a esta Consejería de Educación.
Ante este nuevo episodio, una vez más la Federación de Enseñanza de CCOO de CyL exige la rescisión del contrato con Serunión ante la existencia de un riesgo para la salud lo que supone, de nuevo, por parte de esta empresa un incumplimiento de las obligaciones contractuales esenciales; a la vez requerimos que se revierta la gestión de los comedores gestionados por Serunión a la propia Administración Educativa.
En definitiva, CCOO exige una vez más a la Administración que recupere la gestión pública de los comedores escolares; porque es mejor prevenir antes que curar, porque es mejor para nuestro alumnado, porque es mejor para las/os trabajadores, porque es mejor para nuestra Comunidad Autónoma, porque permitirá cumplir de manera más eficiente su función social, porque la alimentación de los/as niños no puede ser de ninguna manera un negocio; en resumen, porque para eso tenemos los servicios públicos.
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