Desde FECCOO recalcamos la importancia de transmitir valores que promuevan la convivencia, la diversidad y el respeto entre toda la comunidad educativa.
Desde 1964, para recordar la muerte de Gandhi, se celebra el 30 de enero como día escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la Unesco en 1993. En esta fecha recordamos la necesidad de educar para la libertad, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. Esta celebración es, por tanto, una oportunidad más para contribuir desde los centros educativos a convertirnos en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, procedencia, cultura, religión, identidades, deseos, diversidades…
Desde la Federación de Enseñanza de CCOO recalcamos de nuevo la importancia de transmitir valores que promuevan la convivencia, la diversidad y el respeto entre toda la comunidad educativa, que permitan hacer efectiva la equidad y la justicia social en el seno de nuestra sociedad. La normativa educativa subraya la necesidad de trabajar estos aspectos de forma similar a otro tipo de contenidos relacionados con los valores y los derechos humanos de forma transversal. Esto no impide que sintamos la necesidad de que existan fechas concretas, como hoy, que nos recuerdan que la realidad social aún está muy lejos de caracterizarse como pacífica.
Esta celebración es una buena oportunidad para contribuir desde los centros educativos a la educación y la concienciación en la construcción de un mundo más sostenible y menos violento, donde el entendimiento y la cooperación sea posible entre las personas, independientemente de su realidad, su contexto y sus circunstancias.
En CCOO somos conscientes de la importancia de denunciar la violencia y de tomar medidas para crear espacios seguros en los entornos escolares y en los trayectos a los centros, y trabajamos con la convicción de que asegurar a toda la comunidad educativa contribuye a garantizar su derecho a aprender de forma segura.
Instamos a las administraciones educativas a:
- Desarrollar protocolos en los centros educativos que den respuesta a todo tipo de violencia, en concreto a la violencia sexual o por razón de sexo.
- Establecer medidas trabajadas junto al alumnado, con claridad, donde se recojan las medidas a aplicar en la prevención de cualquier tipo de violencias, exclusiones, discriminaciones o agresiones.
- Establecer como objetivo prioritario en los centros educativos la seguridad en toda su extensión, de forma que se ejerza plenamente el derecho a la educación en un entorno que no sea una amenaza para la integridad física, psicológica ni moral.
- Orientar sus acciones curriculares o académicas hacia una educación claramente posicionada a enfoques pacifistas y antibélicos.
- Capacitar y formar al profesorado en general, y a los referentes de igualdad en particular, garantizando la adquisición de una comunicación positiva, asertiva y de resolución pacífica de los conflictos.
- Formar al resto de la plantilla de los centros educativos y a las personas que conforman los consejos escolares.
Condenamos enérgicamente todo tipo de violencia en cualquier ámbito, sobre todo la ejercida en contextos educativos. En este año, de manera especial, queremos condenar la pasividad e hipocresía con la que se abordan diariamente estas cuestiones en muchos de los centros escolares y de trabajo donde se producen situaciones muy complejas relacionadas con la violencia ejercida contra las personas que integran la comunidad educativa.
Terminar con la violencia en colegios, centros y espacios públicos, en un mundo que padece esta lacra social de manera muy continua y visible, es uno de los retos más importantes de la comunidad educativa, así como reafirmar la necesidad de educar para la libertad, el respeto a la diversidad, el respeto a los Derechos Humanos y la No Violencia y la Paz.