La Federación de Enseñanza de CCOO de Castilla y León anima a las familias de la comunidad a que matriculen a sus hijas e hijos en centros de titularidad pública. Igualmente, anima a la sociedad en general a que haga uso de los centros públicos para cursar enseñanzas de todo tipo. La enseñanza pública es la única garantía de recibir un servicio educativo no condicionado por intereses económicos o proselitistas, los cuales son inevitables cuando la enseñanza está en manos de empresas privadas o de órdenes religiosas.
Los centros públicos están excelentemente dotados, tanto de personal como de medios materiales e instalaciones, porque el objetivo del servicio público educativo es proporcionar el mejor servicio posible, por el contrario, una empresa privada siempre tendrá en cuenta la relación coste-beneficio.
El personal de los centros públicos, profesorado y personal de servicios complementarios, tiene que superar exigentes procesos selectivos para acceder a sus puestos de trabajo, lo cual constituye una garantía de su preparación y cualificación.
Los centros públicos no excluyen ni segregan a nadie, educan sin distinciones por razones de sexo, de raza, de creencias religiosas, económicas ni sociales; garantizan la igualdad de oportunidades para todo su alumnado; integran a las familias a través de los consejos escolares, y son democráticos en su gestión.
El profesorado de los centros públicos es plural ideológica y culturalmente, como corresponde a la sociedad en la que vivimos.
Por todo lo anterior, y porque como ciudadanas y ciudadanos de Castilla y León tenemos la suerte de disfrutar, y la obligación de conservar y mantener, una enseñanza pública de calidad que atiende hasta los pueblos más remotos de la comunidad, CCOO anima a las familias a que escolaricen a sus hijas e hijos en la Escuela Pública.